Por: Myrja Ceballos Molinar | Asesora de pymes y emprendedores, desarrollo de programas empresariales | @myrjaceballos
Recuerdan ese juego de azar muy popular “cara o sello” o “cara o cruz”. Es muy empleado en la toma de decisiones como, por ejemplo, dar inicio en los partidos de fútbol entre amigos o en situaciones informales para iniciar una acción.
Lamentablemente, las organizaciones empresariales no se pueden dar el lujo de participar en ese tipo de juego, puesto que las consecuencias tendrían impactos económicos u otros para el negocio. Pese a ello, hay quienes improvisan, no se planifican y toman decisiones sin argumento y sin considerar que la empresa es como un cuerpo humano donde la cabeza es el líder con los socios, las extremidades son los colaboradores o el recurso humano; los clientes, proveedores; y la columna vertebral, las finanzas, los controles y los procesos. De ahí que, de no tomarse las decisiones correctas, inmediatamente colapsará.
A continuación les comparto algunas recomendaciones financieras para el ámbito empresarial.
Todo negocio, en sus primeros pasos, necesita dinero o capital para operar. Por lo tanto, se debe considerar la fuente de financiamiento, ya sea préstamo, capital de inversionista, socio o aliado estratégico, familiares y amigos. En esto es necesario un plan de negocio bien sustentado y la cantidad de dinero a solicitar tomando en cuenta el período de gracia. Si es por medio de una entidad financiera, conocer tasa, garantía, comisiones, plazos de pagos, y monto del préstamo, entre otros. Si es con un inversionista, recuerde que no solo debe aportar dinero; también debe presentar estrategias para el negocio e involucrarse, realmente, con éste.
Sin importar en qué etapa se encuentra el negocio, considere los beneficios fiscales, los cuales pueden generar grandes ahorros para la empresa, y utilizarlos en planes de inversión.
No hay que dejar de lado el control de costos y gastos constantemente, mes por mes, acompañado de un buen análisis de estados financieros, que es una panorámica completa de la situación anual de la empresa.
Buen manejo del flujo de caja. En esto debe existir equilibrio entre lo que se gasta y genera la empresa. Es significativo conocer cuál es la rentabilidad del negocio de cada producto que ofrece y no mezclar las finanzas de la empresa con las actividades o gastos personales.
Vigile cada razón financiera y, principalmente, las cuentas de mayor riesgo como el inventario, las cuentas por cobrar, el flujo de efectivo, el retorno de inversión, que permanezcan en un rango sostenible, superior o inferior, según el caso.
La inversión en el personal es sustancial por ser motor de la empresa; es el responsable de traer el dinero o el ingreso. Un personal motivado es un personal productivo y entregado a su trabajo.
Mejorar los procesos o automatizarlos. Aunque signifique realizar nuevas inversiones, su negocio será más productivo. Además, disminuya los gastos, lo que significa hacer más con menos recursos.
Un punto importante que puede traer como consecuencia el desequilibrio financiero es la asignación de altos salarios en la empresa cuando en realidad la operatividad del negocio no es óptima, o no está funcionando.
El éxito de toda empresa para una buena salud financiera es la planificación, diseñar un mapa de ruta para disminuir los riesgos y un plan de acción.
